Estas son algunas de las 32 historias, reales y extraordinarias, que podéis encontrar en mi último libro La muerte del egoísmo. Locos revolucionarios que eligieron un día el camino más difícil para alcanzar el éxito: el del sacrificio, el de la entrega, el del esfuerzo. El de la bondad. El de la generosidad. Darlo todo por nada y nunca medir lo que das, escribió el poeta. A veces, incluso, la propia vida.
El libro La muerte del egoísmo (Ed. Palabra) lo podéis encontrar en librerías (TROA, Casa del Libro, El Corte Inglés, San Pablo...) y en Amazon.
MAR AFUERA. Una Familia
feliz
Aparentemente, la familia García Garrido es una de esas
familias corrientes, que vive una vida corriente en un barrio corriente. Nada
fuera de lo común. Pero cuando los conoces, cuando compartes con ellos la risa,
la complicidad, la ilusión y la alegría de vivir, descubres que, en realidad,
estás ante una familia extraordinaria, compuesta por personas extraordinarias y
que dan cada día un ejemplo extraordinario de lo que es la felicidad. A pesar de la desgracia, a pesar de la
enfermedad. Y es que Loli, Toni y sus seis hijos no es que hayan matado el
egoísmo, lo han pulverizado. Directamente.
EQUIPO
HOYT. Mi padre es mi héroe
El Ironman
es la prueba más dura y exigente del Triatlón: 3.800 metros nadando
en mar abierto, 180 km
en bicicleta y 42,2 km
de carrera a pie. Sólo los atletas más resistentes y preparados tienen el valor
de participar, después de años de entrenamiento. Si a esa dureza extrema le
añadimos remolcar una pesada barca mientras nadas, cargar con un sidecar
acoplado a tu bicicleta y correr empujando una silla de ruedas con un individuo
de 70 kilos encima, ya no eres un atleta, eres un héroe. Y hace falta mucho más
que el más exigente de los entrenamientos para llegar a la meta. Hace falta
sentir mucho amor por ése a quien llevas. Tanto, que verle sonreír mientras tú
resoplas por el esfuerzo sea tu mayor recompensa.
MOIRA KELLY. Madre sólo hay una
La imagen es conmovedora en el programa de la television
australiana: sobre el escenario, un joven iraquí con serias deformaciones
sujeta el micrófono con sus muñones mientras realiza una interpretación sublime
de Imagine; en la mesa del jurado,
llanto contenido y sincera admiración; en el público, llanto incontenido y
entregada devoción; y en el backstage,
la alegría y el orgullo desbordados de una madre que consigue a duras penas no
saltar al escenario para abrazar a su hijo. El joven se llama Emmanuel. Su
madre adoptiva, Moira Kelly; una discípula aventajada de la Madre Teresa que
protagoniza una historia de amor, entrega y fe.
MÁS ALLÁ DE UN ROSTRO. ¿Incapacidad? No, capacidades distintas
Visto desde fuera, tener un hijo con síndrome de Down es,
para la mayoría de la sociedad, una desgracia ajena. Visto desde dentro, para
la mayoría de los padres la noticia es un shock; para algunos, incluso, una
tragedia. Pero con el paso de los días, el drama va dejando paso a la comedia
romántica y, con los años, la presunta tragedia se convierte, casi sin
excepción, en una maravillosa historia de amor.
JAVI. Yo también merezco celebrar la
Navidad
ES PAÍS PARA VIEJOS. Un merecido homenaje a nuestros mayores
En la durísima novela de Cormac McCarthy, el estado
fronterizo de Texas no es país para viejos porque el sádico y frío Anton
Chigurh se encarga de que muy pocos lleguen a la edad madura. Pero España no es
Texas. Aquí sí llegamos a viejos; y cada año son más nuestros mayores. Más en
número y más en edad. La clave está en cómo transcurre su vejez, con qué grado
de dignidad, o de soledad, o de compasión. La clave está en cuánto amor les
entregamos nosotros, todos, para mantener viva su llama.
JEFF Y CLIFF. La
experiencia más humana
Jeff y Cliff son dos hermanos veinteañeros, huérfanos de madre, con un padre
drogadicto y alcohólico al que no ven desde hace años, que un día deciden no
permanecer ni un segundo más lamentando su mala suerte y comienzan una búsqueda
de sí mismos a través de los demás. Pero no de cualquier “demás”, sino de los
que están incluso más desheredados que ellos: los ‘sin techo’ de Nueva York,
los niños perdidos de Lima y los leprosos de los bosques de Ghana. Tres
experiencias reales como la vida, convertidas en un multipremiado documental
que ha conmovido al mundo.
ROCÍO, IGNACIO, MARÍA E ÍÑIGO. La mejor lección del verano
Rocío e Ignacio no han hecho turismo solidario para ricos
este verano. No han dormido en confortables suites con servicio, jacuzzi y
terraza con vistas a la pobreza. No han lavado su conciencia occidental dejando
unos dólares de propina en el cesto del “tercer mundo”. No. Rocío e Ignacio han
comido, han dormido, han convivido codo con codo con la miseria. Porque han ido
a la miseria a currar. De sol a sol. Y más.
María, como Rocío (su prima y su mejor amiga), eligió uno de
los rincones más pobres y castigados del mundo para pasar sus vacaciones de
verano: Camboya. Y, como además María nunca ha sido de mínimos, de entre toda
la miseria que azota inmisericorde a los camboyanos desde hace décadas, eligió
a los más olvidados, a los más desafortunados, a los más castigados… a los más
necesitados: los niños que viven (sobreviven) en los infames basureros que
rodean la ciudad de Phnom Phen. A ellos llevó María su sonrisa contagiosa, y a
ellos dedicó también, junto a su hermano Iñigo y el resto de jóvenes
voluntarios, cada minuto de las cinco intensas (y agotadoras y durísimas)
semanas que vivieron en los campamentos de la organización Por la Sonrisa de un
Niño.
LIZ MURRAY. Del infierno
a Harvard
Cuando Antoine de Saint Exupéry dijo, en boca de su
Principito, “a veces no sabes lo que puedes hacer hasta que lo intentas como si
supieras que lo vas a hacer” no se refería, probablemente, a Liz Murray y el
pozo de miseria del que tenía que escapar. O sí. El caso es que eso fue
exactamente lo que hizo Liz: intentarlo, y conseguirlo. Salir de la calle y
entrar en Harvard. A pesar de que su vida decía que era absolutamente
imposible.
BETHANY
HAMILTON. Alma de surfer
JAIME CABALLERO
Y JACOBO PARAGES. Un corazón como un océano
Jaime nada por los que no pueden nadar. Jacobo por los que creen que no pueden. Jaime ha realizado proezas casi sobrehumanas con repercusión internacional. Jacobo ha superado desafíos con una alcance humano más allá de lo común. Ambos, Jaime y Jacobo, nadan por la mejor de las causas: los demás. No importa el alcance de sus retos, la medida de sus proezas; importa el alcance de su mensaje, la medida de su ejemplo, de su entrega. Importa, sobre todo, el tamaño de su corazón. Un corazón como un océano.
JACK TWYMAN. El jugador más valioso de la NBA
Jack Twyman fue uno
de los jugadores más completos de la NBA, jugó 11 temporadas y disputó seis
veces el 'All Star'; siempre hambriento de canasta, en la temporada 59-60 fue
el primer jugador en la historia, junto al mítico Wilt Chamberlain, en superar
los 30 puntos de media. A lo largo de su prolífica carrera batió varios records
dentro de la cancha, pero la hazaña por la que siempre será recordado y
admirado tiene más que ver con el compañerismo, la generosidad y el valor fuera
de la cancha, en una época convulsa y violenta.
EL ALMA VIVA. Síndrome del cautiverio y felicidad
Están encerrados en su propio cuerpo, totalmente paralizado
por una cruel enfermedad, pero con su cerebro intacto. No pueden moverse, ni
hablar, ni alimentarse, ni realizar sus necesidades básicas sin ayuda; no
pueden siquiera sonreír. Viven dentro de un cuerpo muerto, y sin embargo aún
tienen ganas de vivir. Sufren un verdadero infierno cada minuto de cada día, y
sin embargo no se sienten desgraciados. Muchos, incluso, aseguran ser felices.
PLAYING FOR CHANGE. Alguien a tu lado
Los músicos callejeros son habitualmente despreciados por
los insensibles viandantes de las grandes ciudades o, en el mejor de los casos,
simplemente ignorados. Algunos de ellos son molestos, es cierto; pero muchos
otros poseen enorme talento, cuando no auténtica genialidad. Sólo nos piden que
nos detengamos un minuto, que escuchemos su música y, si acaso, echemos una
moneda o dos. Muy poco para lo mucho que ellos nos dan.
GINO BARTALI. El héroe silencioso
Gino Bartali, Il
Ginettaccio, fue un grande entre los
grandes del ciclismo, un deportista extraordinario y un mito para el pueblo
italiano, que lo adoraba como a un verdadero héroe; especialmente Mussolini,
quien lo convirtió en símbolo viviente del Partido Nacional Fascista. Vencedor
del Giro de Italia en siete ocasiones y del Tour de Francia en otras dos,
ganador de cinco campeonatos nacionales y de unas cuantas clásicas, Bartali era
un magnífico escalador, un corredor duro y tenaz, un líder generoso con su
equipo… y un ser humano excepcionalmente valiente que se jugó la vida durante
los años más duros del fascismo para salvar a ochocientos judíos del
exterminio. Una hazaña, por cierto, que mantuvo en secreto hasta su muerte, y
que fue descubierta por casualidad.
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