viernes, 23 de mayo de 2014

La muerte del egoísmo. Una mano abierta a los demás


Dice Gonzalo Altozano en el prólogo de este libro que a mí no me van las historias de perdedores. O sí, pero solo las de aquellos que han peleado hasta caer agotados, y no las de los que pronto se rinden para entregarse al subsidio y la queja. Afirma que para mí la única manera de evadirse de la realidad es hacerle frente, y que esa es la razón por la que mis textos están llenos de vida; y que por eso mis libros terminarán vendiéndose en farmacias, sin receta ni efectos secundarios.

Se nota que Gonzalo, además de ex director de este cronista de vidas, es amigo. Y eso se agradece. Pero tiene razón, si no en el hecho, al menos sí en el deseo: ojalá este libro se pudiera vender en farmacias, ojalá se despachara con la misma facilidad con que se despachan ansiolíticos o vitaminas o antigripales, ojalá los enfermos —imaginarios o no— se lo tomaran en pequeñas dosis para aplacar los síntomas de sus dolencias (almas, vidas, anhelos, desidias… qué sé yo). Ojalá este libro sirviera para curar, simplemente.



 Es lo único que pretendí a la hora de buscar estas 32 historias, adentrarme a fondo en cada una de ellas, sentirlas mías, escribirlas, recopilarlas y finalmente publicarlas. Ayudar. Inspirar. Implicar.
Vivimos en un mundo egoísta. Un mundo en el que el éxito, la alegría o la mismísima felicidad se miden en función de nuestras necesidades, de nuestras ambiciones, de nuestra satisfacción personal e intransferible. De nuestros OMBLIGOS. Estos son hoy los valores que nos rigen. El ansia de poseer a cualquier precio moral, el afán por tener más que el vecino, la avidez imparable, el deseo permanentemente insatisfecho, el triunfo fácil, el dinero, la apariencia, el poder; el YO por encima de todas las cosas, aunque sea pasando por encima del otro.

Pero aún quedan seres extraordinarios que no se rigen por estas reglas impuestas. Locos revolucionarios eligieron un día el camino más difícil para alcanzar el éxito: el del sacrificio, el de la entrega, el del esfuerzo. El de la bondad. El de la generosidad. Es el camino que escogieron todos los protagonistas de este libro. Dar. Darse. Entregarse a la causa más alta: los demás.
Una pediatra que salvó millones vidas o un indigente que salvó tres; un deportista que entregó doce años de su vida por un compañero enfermo; una frágil monjita que revolucionó el concepto de ‘amar’; familias felices, con la toda la vida —aparentemente— en contra; ardientes defensores de la dignidad humana allí donde apenas existe; jóvenes con causa más allá de sí mismos; maestras entregadas a su vocación hasta el extremo; presuntos discapacitados con una inmensa capacidad de amar; almas altruistas, luchadores, héroes silenciosos y anónimos… todas ellas historias y vidas reales que demuestran que aún tenemos remedio. Que dar un vuelco a los vanos valores que rigen nuestro mundo es posible. Que todavía hay esperanza. Y que cualquier acto de bondad, por insignificante que parezca, tiene consecuencias inabarcables.
Vidas que hablan con hechos, no con frases hechas. Que no nos dicen lo que debemos hacer, simplemente nos muestran el camino. Ojalá estas historias nos inspiren y nos impulsen a actuar. Ojalá estas lecciones nos enseñen a pensar un poco más en el de al lado, o en el de abajo, o en el de lejos. Ojalá estas vidas nos recuerden preguntarnos cada noche: ¿qué he hecho hoy por los demás, qué he hecho hoy para ser mejor persona? En nuestras manos está. Sólo tenemos que querer. 

Un primer paso es, por ejemplo, adentrarse en estas 32 historias. Y ojalá te provoquen efectos secundarios. Será buena señal.

Disponible en librerías, en internet y en Amazon: https://www.amazon.es/muerte-del-ego%C3%ADsmo-Palabra-hoy/dp/8490610444




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