Por una vez, este blog publica un artículo que no es mío. La ocasión lo merece. Lo ha escrito mi gran amigo y socio en Lo Que De Verdad Importa, Daniel Losada. Un tipo valiente, viajero con causas y siempre entregado a los demás. Y un magnífico retratista de almas.
Esta foto lo resume todo.
Fue en 2009, en Varanasi. Me dejaron una cámara para mi viaje a India. Me
enamoré de esta foto, y de hacer fotos. En ella están las dos actitudes posibles, el que se tira y el que le observa.
Mientras uno se divertía y volvía a saltar una y otra vez desnudo, el otro le
miraba y le animaba. Se moría por desnudarse y saltar, pero no lo hizo.
Pues bien, volví a Madrid y
a sus atascos, benditos atascos. Resultan ser la mejor cantera para las grandes
decisiones. Una buena ventana para escucharse especular con otras realidades
posibles. Así, a golpe de M-30, se precipitó la prisa por pensar
alternativas. ¿En qué me gustaría
invertir mi tiempo? Me gustan los viajes y me gustan las fotos... pero de
eso no se vive. O sí, cuando quemas las naves, y no tienes otra.
Así que me desnudé y salté.
Ahora vivo de organizar
viajes a medida, y de la fotografía, ya sea editorial, empresarial o
particular. Y al mismo tiempo, con mi amigo Pablo del Palacio desarrollo
desde 2010 el proyecto de mi vida, trip-drop.com. Lo otro me da de comer,
éste me da de vivir.
En trip-drop publicamos necesidades no monetarias de colectivos
(colegios, orfanatos, tribus, hospitales…) en todo el mundo, para que los
viajeros que lo deseen las cubran a su paso. La ayuda llega íntegra, se da en
mano, y se conocen. La semana pasada, mientras
una pareja de Madrid compraba in situ 20 cabras para las viudas masaai en
Tanzania, tres italianos entregaban otros tantos paraguas en un orfanato
birmano, y amigos de Madrid llevaron siete portátiles a Kibera (slum de
Nairobi), donde ya tienen computer room.
He aprendido muchas cosas en
estos años. Mucho de otras personas, y mucho sobre mí. Cuando te dedicas a lo que te gusta, simplemente lo haces bien.
Porque pones más atención, piensas más, investigas, porque te exiges gratis. Y
cuando lo haces bien, las oportunidades para demostrarlo se acaban dando.
Claro que hay peajes. La
nómina desaparece, y el móvil, y el coche de empresa, y el seguro... Se
avecinan tiempos inciertos, pocos lujos, y cierta soledad. El único activo son
tus ganas, y sin embargo es grato. Un poco como el saltarín de la foto.
Es por la diferencia de réditos entre el esfuerzo (cuando es tu causa) y el sacrificio (cuando no lo es). Antes me sacrificaba por un fin ajeno
a mí. Ahora me esfuerzo por el fin que he elegido. Son dos motores muy
distintos. Uno lo mueve el miedo, y otro
las ganas. Uno es reactivo y otro proactivo.
Tener éxito es otra
historia. Diría que radica en disfrutar
mientras tratas de tener éxito. Entonces estarás triunfando cada día. De
algún modo crecemos asumiendo que tenemos que sacrificarnos para triunfar, y
ese es sólo el camino de lo malo conocido. Otra cosa es dónde te lleva: en
muchos casos a una vía muerta que decoras como puedes.
Pero igual el camino más incierto resulta ser el más certero;
cambiando el sacrificio por el esfuerzo, esa vía está viva y se decora
sola.
Además, el mundo necesita gente que ame lo que hace.
Daniel Losada Casanova
No hay comentarios:
Publicar un comentario